Sostenibilidad, empoderamiento, confianza y desarrollo resiliente.
Proyectos
Reto
La cuenca Valle de Bravo – Amanalco es un territorio montañoso de 80,000 ha ubicada dentro del Eje Neo Volcánico Transversal, rico en biodiversidad y es parte del Sistema Hidráulico Cutzamala que provee agua para Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). Más de 200 comunidades pequeñas (hasta 2,500 habitantes) se ubican dispersas dentro de la cuenca, la mayoría de ellas viviendo en condiciones de pobreza y falta de acceso digno al agua, saneamiento e higiene.
El 70% de la tierra está en posesión de las comunidades en una forma de tenencia de la tierra llamada Ejidos. Las principales fuentes de ingresos de los Ejidos son la agricultura de temporal para autoconsumo y la actividad forestal, de hecho, han aplicado prácticas de aprovechamiento forestal sostenible por más de 30 años con éxito. Sin embargo el cambio climático y otras causas de origen antropogénico ponen presión adicional a los ecosistemas forestales, para incrementar la extracción, el crecimiento de la frontera agrícola o la expansión urbana. La creciente temperatura promedio tiene consecuencias en la salud general de estos ecosistemas, como son períodos prolongados de sequía, incremento en la presencia de plagas forestales, incendios forestales y eventos climatológicos extremos (tormentas de granizo, heladas, lluvias torrenciales atípicas) además de la reducción de la cantidad de lluvia y los caudales en los arroyos.
Solución
El proyecto de “Planes operativos de comunidades Ejidales resilientes al clima” financiado con una IKI small grant, busca desarrollar capacidades locales al interior de las Asambleas Ejidales para incluir el Cambio Climático y la Conservación de la Biodiversidad en todo el proceso de planeación del uso del territorio. Incluyendo acciones concretas para estudiar y monitorear los efectos del CC y registrar la presencia de especies icónicas de vida silvestre incluyendo aves, insectos, anfibios y mamíferos. El proyecto específicamente introduce un marco de Cambio Climático y Conservación de la Biodiversidad al proceso de planeación sobre las prácticas de uso del territorio. El proyecto apoya a seis Ejidos para mejorar la gobernanza de sus territorios e implementar mejores prácticas en el manejo territorial. Los ejidos ocupan un territorio de 8,900 ha y fueron seleccionados de acuerdo a su geografía, cobertura forestal, estructura de gobernanza existente e historial de trabajo exitosos en procesos de conservación y gobernanza. Los beneficiarios son miembros de las asambleas ejidales y de los 5,000 habitantes del territorio de intervención.
Resultados esperados
Con el conocimiento sobre el impacto del cambio climático y la importancia de la conservación de la biodiversidad, el proyecto busca garantizar la continuidad de los servicios ambientales provistos por la cuenca Valle de Bravo – Amanalco. Así, el proyecto fortalecerá las capacidades técnicas y administrativas de los actores clave, principalmente los ejidos participantes y otros ejidos vecinos, mediante talleres de capacitación, foros, y la planeación territorial participativa mediante los Planes Operativos Ejidales (POE).
Reto
Este proyecto busca desarrollar un marco de indicadores para temas de carbono, agua y biodiversidad, así como de agricultura regenerativa.
Actualmente, una de las marcas de la empresa está llevando a cabo proyectos en comunidades y ejidos en cuencas hidrológicas de alta importancia, ya que proveen agua a los productores de materia prima de la marca. Estos proyectos con las comunidades se centran en la implementación de actividades para la conservación de agua en la zona y se enmarcan dentro de la certificación de Forest Stewardship Council (FSC) de servicios ecosistémicos.
La marca se enfrenta al desafío de integrar información dispersa a su estrategia de sostenibilidad y alinear estas prácticas con estándares reconocidos y objetivos estratégicos. Además, se debe fortalecer la capacidad de monitoreo y la comunicación de impactos en un marco de mejora continua y escalabilidad a otras marcas.
Solución
El objetivo del proyecto es establecer un sistema sólido y estructurado de monitoreo y medición de los impactos ambientales y sociales en torno al agua, el carbono y la biodiversidad en las áreas de intervención actuales y futuras. Para lograrlo, el proyecto se implementa en tres fases:
- Evaluación del estado actual y deseado: Revisión de documentación, entrevistas con actores clave y análisis de capacidades existentes en la gestión de carbono, agua y biodiversidad.
- Análisis de brechas: Identificación de diferencias entre la situación actual y las metas deseadas, con un enfoque en la estructuración de indicadores y metodologías de medición.
- Recomendaciones e implementación: Desarrollo de un plan de acción con estrategias para cerrar brechas, fortalecimiento de capacidades y recomendaciones para la replicabilidad del modelo en otras áreas de intervención.
Resultados esperados
Como resultado del proyecto, se espera contar con un marco robusto de indicadores que permita evaluar con mayor precisión el impacto de las marcas en la conservación del agua, la captura de carbono y la biodiversidad en las áreas de intervención. Además, se fortalecerán los procesos internos de medición, gestión y reporte de impacto, facilitando la toma de decisiones basada en datos. Finalmente, el proyecto servirá como una base para expandir estas iniciativas a otras marcas dentro de la organización, impulsando una estrategia de sostenibilidad más integral y alineada con estándares globales.
- Definición clara de indicadores para la medición y monitoreo de proyectos con comunidades.
- Desarrollo de estrategias para mejorar la gestión del agua, huella de carbono y biodiversidad.
- Optimización de los sistemas de información y fortalecimiento de capacidades técnicas y operativas.
- Creación de un plan de acción con responsabilidades definidas para la implementación de mejoras.
- Generación de conocimiento aplicable a otras unidades de negocio, facilitando la escalabilidad del modelo de sostenibilidad.
